Postura con la que podemos comenzar la práctica de yoga. La columna se alarga mientras los hombros se relajan y la barbilla queda paralela al suelo. Debemos intentar sentarnos sobre los isquiones y cruzar las piernas sin que la incomodidad de la postura impida que os concentréis en la respiración y en vuestro cuerpo.
Beneficios:
Relajación, fortalecimiento de la espalda y flexibilidad en rodillas y tobillos.
Recuerda que esto es solamente información, que estas posturas pueden tener contraindicaciones o no estar indicadas para algunas dolencias. Lo mejor es que, si te decides a llevarlas a cabo, consultes con un profesional.
(Fuente: www.sport.es)

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